¿Cómo manejar a un cliente que no pagó, habló mal de ti, te exigió contraseñas… y ahora quiere volver porque sabe que tu empresa sí puede?
- MFG MARKETING & ADVERTISI
- hace 3 días
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En el mundo de los negocios —y especialmente en las industrias creativas, de marketing y tecnología—, siempre hay historias de clientes difíciles. Clientes que no valoraron tu trabajo, que se fueron hablando mal de ti, que te exigieron todo, incluso accesos y contraseñas que no correspondían, y que después de un tiempo… regresan. Porque se dieron cuenta de que el mercado está lleno de improvisados, pero pocos saben resolver como tú.
¿Cómo actuar en ese escenario? Aquí te comparto una guía estratégica para manejarlo con elegancia y visión empresarial.
1. Evalúa si realmente te conviene volver a trabajar con esa persona
No todo dinero es buen dinero. Antes de decir que sí, pregúntate:
¿Afectará la moral de tu equipo?
¿Es un cliente rentable?
¿Vale la pena volver a arriesgar tu reputación por alguien conflictivo?
Si la respuesta es no en cualquiera de esos puntos, educadamente agradece y rechaza.
2. Si decides tomarlo, cambia las reglas del juego
Nunca trabajes bajo los mismos términos. Hazle saber que tu empresa creció, que las condiciones son diferentes y que ahora todo funciona con:
Contrato firmado
Pago adelantado o al menos el 70% inicial
Condiciones de uso y privacidad de accesos claras
Política de no devoluciones y fechas límite de entrega definidas
El cliente que antes te faltó al respeto tiene que entender que volvió porque sabe que tú sí entregas resultados, pero ahora las reglas las pones tú.
3. No abras heridas viejas, pero ten memoria
No es necesario recordarle su actitud pasada, pero sí debes tenerla en cuenta para:
No flexibilizar más de la cuenta
Evitarle accesos innecesarios
Blindar tus canales y propiedad intelectual
4. Usa su regreso a tu favor
Sin hacerlo evidente, aprovéchalo como case study de autoridad:"Clientes que se fueron y volvieron porque entendieron que aquí sí se resuelve".Incluso puedes tomarlo como ejemplo en tus pitch internos para reafirmar que tu agencia, negocio o emprendimiento sigue siendo referente en lo que hace.
Conclusión:
El cliente tóxico que regresa es una oportunidad para reivindicar tu liderazgo empresarial y establecer límites claros. No te rebajes, profesionalízalo todo y demuestra que en los negocios, la experiencia y el profesionalismo siempre terminan imponiéndose.
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