Los problemas que causan los lambiscones en las empresas, especialmente en agencias de marketing y multinacionales

En cualquier ambiente laboral, las relaciones interpersonales juegan un papel determinante para el clima organizacional, la productividad y el crecimiento profesional de los empleados. Sin embargo, existe un fenómeno persistente y dañino que afecta de manera directa el equilibrio de muchas empresas: los llamados "lambiscones". Estos personajes, conocidos también como aduladores o barberos, son aquellos empleados que se dedican más a ganar favores a través de halagos, complacencia excesiva y manipulación emocional hacia sus superiores, que a aportar valor real a la organización.

Impacto en las agencias de marketing

En las agencias de marketing, este perfil es particularmente dañino debido a la naturaleza creativa, flexible y colaborativa del trabajo. Los lambiscones suelen aprovecharse de las jerarquías poco claras y los entornos informales para posicionarse, no por sus resultados, sino por la cercanía personal con los líderes. Esto provoca que las oportunidades y reconocimientos se asignen en función de relaciones personales, más que por méritos.

El problema se agudiza cuando estos personajes son promovidos a puestos de liderazgo, ya que tienden a replicar prácticas de favoritismo, generando equipos de trabajo poco eficientes, con rotación elevada y talentos subutilizados. Además, inhiben la innovación, pues cualquier idea que amenace su posición o la de su círculo cercano suele ser minimizada o ignorada.

En las multinacionales: el cáncer silencioso

En las corporaciones multinacionales, donde las estructuras jerárquicas son más rígidas y los procesos de promoción pueden estar influenciados por dinámicas políticas, los lambiscones encuentran terreno fértil. Muchas veces, sus adulaciones llegan a convertirse en un recurso para ascender de forma más rápida que otros compañeros con mayor capacidad o experiencia.

Esto crea una cultura organizacional tóxica, donde se premia la simulación sobre los resultados tangibles. Los empleados de alto desempeño terminan frustrados al ver que sus esfuerzos no son reconocidos de manera justa, lo que provoca una desmotivación generalizada y la fuga de talento.

Consecuencias directas del lambisconeo corporativo

1. Desmotivación del personal productivo: Los empleados que realmente aportan resultados se desilusionan al ver cómo quienes adulan a los jefes obtienen beneficios sin merecerlos.

2. Pérdida de talento: La gente valiosa busca entornos donde su trabajo sea valorado. Cuando el favoritismo predomina, es común que los mejores perfiles renuncien.

3. Mediocridad organizacional: Cuando quienes no generan resultados son promovidos, la empresa se estanca en decisiones pobres y falta de liderazgo auténtico.

4. Ambiente tóxico: Las divisiones internas y los conflictos aumentan, generando entornos laborales hostiles, rumorología y desconfianza.

Cómo erradicar esta cultura

• Establecer evaluaciones de desempeño claras y objetivas. Definir indicadores medibles que reflejen la contribución real de cada empleado.

• Fomentar una cultura de resultados. Reconocer logros basados en métricas, no en relaciones personales.

• Capacitar a los líderes. Enseñar a los mandos medios y altos a identificar comportamientos tóxicos y a tomar decisiones basadas en hechos.

• Promover la transparencia. Que los ascensos y aumentos salariales se comuniquen con base en criterios claros.

• Favorecer entornos de confianza y feedback. Donde todos puedan opinar sin temor a represalias.

Conclusión

Erradicar el lambisconeo no es fácil, ya que suele estar profundamente arraigado en las dinámicas laborales latinoamericanas y, en especial, en entornos corporativos con baja cultura de resultados. Sin embargo, para las agencias de marketing y las multinacionales que realmente deseen destacar y mantenerse competitivas en mercados cada vez más exigentes, es fundamental apostar por culturas organizacionales sanas y meritocráticas. Solo así podrán retener talento, innovar y construir marcas fuertes desde adentro.